El FMI ha estado pidiendo a El Salvador cambios con respecto a su ley bitcoin desde su aprobación en 2021.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reiterado su llamado a El Salvador para que fortalezca su marco regulador y la supervisión del bitcoin, instando a reducir el alcance de la Ley Bitcoin que lo establece como moneda de curso legal. Durante una conferencia de prensa, la portavoz del FMI, Julie Kozack, subrayó la necesidad de limitar la exposición del sector público a esta criptomoneda. Esta recomendación se alinea con advertencias previas del organismo, que ya había manifestado preocupaciones sobre los riesgos asociados al uso del bitcoin como moneda oficial en el país centroamericano.
La relación entre El Salvador y el FMI en torno al uso del bitcoin ha sido marcada por una serie de advertencias desde que el país adoptó la criptodivisa en septiembre de 2021. Desde entonces, El Salvador ha adquirido 5892 bitcoins, lo que representa una inversión cercana a los 345 millones de dólares según su valor actual. Sin embargo, el FMI ha sostenido que, aunque muchos de los riesgos aún no se han materializado, es necesario mejorar la transparencia y tomar medidas adicionales para mitigar posibles impactos negativos en la estabilidad fiscal y financiera.
En un comunicado emitido en agosto de este año, el FMI volvió a insistir en la importancia de reforzar la regulación del ecosistema del bitcoin, señalando que aún son necesarias discusiones adicionales para abordar este y otros temas clave. Estas preocupaciones ya habían sido planteadas en noviembre de 2021, cuando el FMI pidió que el bitcoin no fuera usado como moneda de curso legal en El Salvador, una postura que reiteró en enero de 2022.
A pesar de las advertencias, el presidente Nayib Bukele ha defendido su estrategia para convertir a El Salvador en un centro global de adopción del bitcoin, argumentando que la medida ha sido "netamente positiva" para el país. No obstante, Bukele ha reconocido que la adopción de la criptomoneda no ha avanzado al ritmo que esperaba. Según él, la integración del bitcoin sigue siendo una apuesta a largo plazo para el desarrollo económico y la independencia financiera de El Salvador.
En medio de este contexto, el FMI destacó aspectos positivos del presupuesto presentado por Bukele para el año 2025, el cual proyecta que el país quedaría libre de deudas. Sin embargo, el organismo mantiene su postura de que, aunque el potencial de las criptomonedas para innovar en el ámbito financiero es innegable, es esencial que se implementen marcos reguladores robustos que minimicen los riesgos asociados a su volatilidad y al impacto que puedan tener en la economía y el sector público.
El Salvador continúa en el centro del debate mundial sobre las criptomonedas, y las recomendaciones del FMI serán clave en el desarrollo de políticas que aseguren un equilibrio entre la innovación financiera y la estabilidad económica del país.
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