El presidente Trump cumple su promesa electoral de conservar el 100% de los bitcoins confiscados, pero decepciona expectativas más ambiciosas.
El 6 de marzo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que formaliza la creación de una Reserva Estratégica de Bitcoin, consolidando el compromiso del país de retener todos los bitcoins confiscados en lugar de liquidarlos en el mercado. Esta decisión representa un cambio significativo en la política gubernamental hacia los activos digitales y plantea un punto de inflexión en la estrategia financiera del Estado con respecto a Bitcoin.
Sin embargo, la medida también suscita cuestionamientos y comparaciones con eventos históricos, como la Orden Ejecutiva 6102 de 1933, mediante la cual el gobierno de Franklin D. Roosevelt confiscó el oro en poder de los ciudadanos para reforzar las reservas federales.
Cumplimiento de una promesa electoral
Durante la Bitcoin Conference 2024 en Nashville, Donald Trump anunció que, de ser reelegido, su administración retendría el 100% de los bitcoins confiscados, incorporándolos a la estrategia de reserva nacional. Esta promesa se ha materializado con la firma de la orden ejecutiva, la cual establece dos entidades diferenciadas:
- Reserva Estratégica de Bitcoin – destinada exclusivamente a la custodia de Bitcoin como reserva de valor.
- Stock de Activos Digitales de EE. UU. – que agrupa todos los demás activos digitales confiscados, diferenciándolos de Bitcoin.
La creación de estas entidades confirma un trato diferenciado hacia Bitcoin respecto a otras criptomonedas y activos digitales, lo que podría interpretarse como un reconocimiento inicial de su singularidad dentro del ecosistema financiero global.
Desde un punto de vista estructural, la orden ejecutiva designa al Departamento del Tesoro como entidad responsable de la gestión de ambas reservas, estableciendo directrices específicas: mientras que los bitcoins confiscados serán preservados como una reserva estratégica de largo plazo, otros activos digitales podrán ser vendidos a discreción del gobierno.
La situación actual de las reservas y el caso Bitfinex
Según estimaciones de Arkham Intelligence, el gobierno de EE. UU. posee actualmente aproximadamente 198,000 BTC. No obstante, un aspecto clave que genera controversia es el estatus de los 95,000 BTC vinculados a Bitfinex, los cuales deberían ser devueltos como restitución por los fondos sustraídos en el hackeo de 2016.
El total de bitcoins confiscados por el gobierno proviene de diversas incautaciones, entre las cuales destacan:
- 94,643 BTC incautados tras el hackeo a Bitfinex.
- 69,370 BTC procedentes de la incautación de activos del mercado ilícito Silk Road.
- 12,267 BTC de incautaciones adicionales relacionadas con Bitfinex.
- 9,800 BTC confiscados a James Zhong por actividades vinculadas a Silk Road.
- 2,818 BTC obtenidos de otras incautaciones asociadas a Bitfinex.
Si se descuenta la restitución pendiente a Bitfinex, las reservas efectivas del gobierno estadounidense se reducirían a aproximadamente 103,000 BTC.
Estrategias alternativas de adquisición de Bitcoin sin impacto presupuestario
Uno de los aspectos más innovadores de la orden ejecutiva es la autorización al Departamento del Tesoro y al Departamento de Comercio para desarrollar estrategias de adquisición de Bitcoin que no impliquen costos adicionales para los contribuyentes. Este enfoque busca consolidar las reservas sin generar un impacto negativo en las finanzas públicas.
Entre las estrategias que han sido sugeridas por la comunidad y analistas del sector se incluyen:
- Programa de cooperación con la industria minera: Establecer acuerdos con empresas mineras estadounidenses para que destinen un porcentaje de los bitcoins minados a la reserva estratégica, a cambio de incentivos fiscales o beneficios en el costo de la energía.
- Conversión de activos digitales confiscados: Utilizar los ingresos generados por la venta de otras criptomonedas contenidas en el Stock de Activos Digitales para financiar la compra de Bitcoin.
- Emisión de bonos gubernamentales a tasa cero: Crear instrumentos de deuda específicamente diseñados para financiar la adquisición de nuevas reservas de Bitcoin.
- Optimización del gasto público: Reasignar recursos presupuestarios mediante la eliminación de gastos no esenciales y dirigir los ahorros a la compra de Bitcoin.
- Conversión de sanciones en pagos en Bitcoin: Permitir el pago de multas y sanciones federales en Bitcoin, ofreciendo incentivos a quienes opten por esta modalidad.
- Diversificación de reservas mediante conversión parcial del oro en Bitcoin: Evaluar la posibilidad de convertir una fracción de los $760,000 millones en reservas de oro en Bitcoin, tal como ha sido sugerido por Standard Chartered.
Conclusión
La creación de la Reserva Estratégica de Bitcoin representa un cambio de enfoque sin precedentes en la política económica y financiera de Estados Unidos respecto a los activos digitales. Si bien la medida refuerza la idea de que Bitcoin podría jugar un papel estratégico en la economía nacional, también plantea desafíos regulatorios, logísticos y políticos que deberán ser abordados en los próximos meses.
A nivel internacional, esta decisión podría influir en otras naciones a reconsiderar su postura sobre Bitcoin como activo de reserva. Sin embargo, la aplicación práctica de estas políticas y su impacto en la estabilidad del mercado cripto seguirán siendo objeto de intenso debate dentro de la comunidad financiera global.
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