Ahora hay que dudar hasta de lo que aparenta ser lo más real, sino, que lo digan todos quienes pensaron que Ebot constituía una buena oportunidad y que prometía la libertad financiera. El engaño duró dos meses y la noche de este miércoles fue corroborada por el primer código en la organización, el colombiano Efraín Díaz, quien ofreció un zoom desde Paraguay.
El líder indicó que junto a otros lograron contratar los servicios privados de detectives, quienes acabaron por confirmar todas las sospechas de estafa.
"Hemos sido engañados", replicó. Las operaciones de arbitraje eran falsas, nunca llegaron a ejecutarse en la realidad. Los hasch que ofrece la oficina virtual, no son más que transacciones que llevaron a cabo otras personas, y luego las colocaban en la web.
El ceo, un joven brasileño de 23 años de edad, Luckas Farías, le pide a Efraín que sigan trayendo personas, pues es la única manera de pagar los retiros.
Con esto se confirma el ponzi. El líder cafetero señaló que él convenció a Luckas para suspender la gira a Colombia y que mejor regresara a Brasil.
Y como suele suceder, las promociones para quienes invirtieran o trajeran inversores desde $10 k a $100 k. están vigentes. A Ebot solo le interesa invectar más capital para estafar a más incautos.
¿Propuestas?
En la reunión virtual Efraín Díaz aseguró que no todo está perdido y por eso se desplazó a Paraguay. Allí se reunió con dos personas de la tercera edad para intentar resolver el problema. Se trata de una nueva empresa que podría tomar los fondos invertidos en Ebot y pasarlos para que generen como nuevas inversiones en el incipiente proyecto.
Otra posibilidad, es lograr que mediante otra compañía, logre devolver las inversiones realizadas por los usuarios de Ebot, restando lo retiros que se pagaron.
En fin, las propuestas son poco creíbles porque no hay nada firme, y la mayoría ó casi todos los usuarios de Ebot dan por consumada la estafa y piensan que es muy difícil, ó imposible, recuperar sus dineros.
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