El gobierno de Australia, bajo la administración del Partido Laborista y dirigido por el Primer Ministro Anthony Albanese, ha dado un paso significativo hacia la regulación del sector de las criptomonedas, proponiendo un nuevo marco normativo que integra a los exchanges y otras entidades relacionadas bajo la legislación de servicios financieros del país. Este movimiento, que apunta a regular de manera más estricta el ecosistema de activos digitales, llega en un momento crucial, a tan solo meses de las elecciones federales, previstas para el 17 de mayo, que se perfila como una contienda reñida entre los laboristas y la coalición opositora liderada por Peter Dutton.
El Departamento del Tesoro australiano, en una declaración emitida el 21 de marzo, detalló que las nuevas leyes afectarán principalmente a los exchanges de criptomonedas, a los servicios de custodia y a algunas empresas de corretaje que gestionen, intercambien o almacenen criptomonedas. Estas entidades estarán obligadas a cumplir con los mismos requisitos regulatorios que los servicios financieros tradicionales, incluyendo la obtención de licencias para operar en Australia y el cumplimiento de ciertos estándares de capital mínimo, lo que garantiza una mayor seguridad y transparencia en la gestión de activos.
Sin embargo, no todas las plataformas serán alcanzadas por estas reformas. El gobierno ha indicado que las empresas de menor tamaño, así como aquellas que desarrollen tecnología blockchain sin vinculación directa con productos financieros, estarán exentas de la normativa. Además, las stablecoins de pago, que se consideran un tipo de instrumento de valor almacenado, se regirán bajo un sistema específico de licencias para pagos, con algunas excepciones para ciertos tipos de tokens.
El Departamento del Tesoro también subrayó que las reformas no afectarán el comercio de criptomonedas en mercados secundarios ni a las plataformas en las que se realicen esas operaciones, lo que limita la extensión de la normativa a lo que realmente se considera "operación de mercado" en el sentido legal.
Este marco regulatorio refleja una tendencia global hacia la regulación de las criptomonedas, un área que ha crecido rápidamente y que ha comenzado a generar preocupaciones sobre la protección del inversor y la estabilidad financiera. En paralelo, el gobierno de Albanese ha prometido abordar el fenómeno de la desbancarización, trabajando con los cuatro principales bancos de Australia para comprender mejor la magnitud de este fenómeno y sus implicancias para el sistema financiero.
Además, el gobierno está explorando iniciativas más ambiciosas, como la creación de una moneda digital del banco central (CBDC) y el establecimiento de un "Enhanced Regulatory Sandbox", previsto para 2025. Este espacio permitirá a las empresas probar nuevos productos financieros en un entorno controlado sin la necesidad de una licencia formal, favoreciendo la innovación mientras se mantiene la supervisión necesaria.
A pesar del progreso del gobierno en la regulación de las criptomonedas, el futuro de estas reformas sigue siendo incierto debido a la proximidad de las elecciones federales. La coalición de Dutton también ha expresado su interés en priorizar la regulación de las criptomonedas si logra ganar las elecciones, lo que podría dar lugar a modificaciones en el enfoque actual.
Según la última encuesta de YouGov, publicada el 20 de marzo, las preferencias de voto están muy equilibradas, lo que sugiere que el resultado electoral podría influir significativamente en la dirección futura de la política de criptomonedas en Australia. Con este contexto electoral en mente, el borrador de la nueva legislación estará disponible para consulta pública en los próximos meses, lo que ofrece a las partes interesadas una oportunidad de influir en el desarrollo de las futuras normativas.
En resumen, el gobierno australiano ha adoptado una postura proactiva en la regulación de las criptomonedas, intentando establecer un marco sólido que equilibre la innovación con la protección del sistema financiero. Sin embargo, la inestabilidad política y las elecciones federales podrían alterar el curso de esta iniciativa, lo que añade incertidumbre al panorama regulatorio de las criptomonedas en Australia.
Caroline Bowler, CEO del exchange de criptomonedas BTC Markets, destacó en una declaración a Cointelegraph que las reformas propuestas por el gobierno australiano son razonables y contribuirán a mantener al país competitivo en el escenario global.
No obstante, señaló que aún es necesario definir con mayor precisión ciertos aspectos clave, como los requisitos de adecuación de capital y custodia. "Debemos asegurarnos de que estas exigencias no sean excesivamente gravosas para la inversión empresarial en Australia", advirtió Bowler, resaltando la importancia de un equilibrio entre regulación y crecimiento del sector.
Por su parte, Jonathon Miller, director gerente de Kraken Australia, enfatizó la necesidad urgente de una legislación específica para criptomonedas que elimine la confusión y la incertidumbre que persisten en la industria.
"Creemos que, al establecer un marco regulatorio claro y abordar problemas como la desbancarización, el gobierno podrá eliminar barreras que hoy frenan el crecimiento de la economía australiana", afirmó Miller.
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