Criptocriatura de Sam Altman termina bajo investigación en Francia
Como era de esperar, las autoridades homólogas de nuestro Garante de Privacidad se están moviendo, en la medida de lo posible, en relación con lo que está sucediendo en Worldcoin, y específicamente en lo que respecta a la recopilación de datos biométricos a través de sus ahora populares orbes.
Según informó Reuters, que citó un intercambio de correos electrónicos con la Commission nationale de l'informatique et des libertés, el garante/autoridad ya estaría investigando esta recopilación de datos, limitada a lo ocurrido en suelo francés. Investigaciones que irían de la mano con lo que ya se inició en el Reino Unido y que sigue a los problemas experimentados por la otra empresa de Sam Altman, a saber, OpenAI, que había tenido problemas con el garante italiano y luego cayó en cascada con otras contrapartes alrededor del mundo.
Todavía no está claro si las investigaciones darán lugar a sanciones o si se trata de meras investigaciones de carácter cognitivo, sin que ya se hayan adelantado las hipótesis de violaciones de las leyes francesas.
Este es el lacónico mensaje del que informa Reuters, que sin embargo no indica exactamente qué tipo de problemas, ni siquiera a nivel técnico-legal, ha detectado el garante francés. Investigaciones que se realizarían en paralelo con las autoridades bávaras.
Otro mosaico sobre un proyecto que también ha causado mucha discusión entre los entusiastas de las criptomonedas, enfurecidos por las formas en que se recopilan los datos de los usuarios y con toda probabilidad también por la gran cobertura mediática que el proyecto ya ha logrado obtener, en contra de un número aún modesto de usuarios y con operaciones para integrar a una parte importante de la población mundial que, como es previsible, todavía están en pañales.
¿Publicidad para las autoridades?
Sin querer romper ninguna lanza, al menos en esta fase de la investigación, a favor de Worldcoin, uno podría preguntarse las razones para una pronta intervención que lamentablemente falta en situaciones similares. Con toda probabilidad, la presencia de Sam Altman al frente del proyecto también actúa como conductor de la atención hacia el proyecto.
Veremos si esta investigación -y la ya iniciada en Reino Unido- revelará violaciones de las leyes locales y vigentes, o si se tratará de maniobras ampliamente previsibles por parte de los organismos plenipotenciarios estatales y gubernamentales.
Mientras tanto, hay quienes hacen cola, aunque al menos en parte podría ser una operación de marketing para un proyecto que ya ha conquistado todas o casi todas las portadas de los periódicos, se especialicen o no en el mundo de las criptomonedas. Y todo mientras los inversores dicen que podría vencer a Bitcoin, al menos en una métrica específica (e importante).
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