Hoy adquiere vigencia la ley aprobada por Vladimir Putin sobre minería. Otra sección de esta esperará hasta 2025.
El 1 de noviembre de 2024 marca un cambio radical en la dinámica del bitcoin en Rusia, ya que Vladimir Putin ha aprobado una legislación que legaliza la minería de esta criptomoneda. Esta medida podría ser un hito positivo para la industria, ofreciendo un marco regulatorio que saca a los mineros de la “zona gris”. Sin embargo, la ambivalencia de la ley plantea interrogantes sobre sus verdaderas intenciones.
La nueva legislación, aunque establece un control más claro sobre la minería, también permite al gobierno y al Banco Central prohibir la actividad en ciertas regiones. Esto podría parecer un intento de regular la minería, pero también sugiere un potencial para limitar la expansión del sector. A pesar de la legalización, el gobierno puede intervenir y restringir operaciones en base a la capacidad energética regional, lo que deja a los mineros en una situación incierta.
Por otro lado, la legalización implica que solo personas jurídicas y empresarios registrados podrán minar, lo que sugiere un esfuerzo por parte del estado para monitorear y recaudar impuestos de la actividad minera. Sin embargo, esta identificación obligatoria podría generar desconfianza entre los mineros, quienes podrían ver esto como un intento de control estatal más que como un apoyo a la industria.
La ley permite prohibir la minería en varias regiones rusas. Fuente: http://publication.pravo.gov.ru/document/0001202408080016?index=1
La comunidad cripto se enfrenta ahora a la posibilidad de que lo que alguna vez fue una actividad legalmente ambigua se convierta en una caza de brujas, con sanciones severas para quienes no cumplan con las regulaciones. Esta dualidad en la legislación crea un ambiente de incertidumbre, donde los mineros deben decidir si se arriesgan a operar dentro de un marco que, aunque legal, está lleno de restricciones y supervisión estatal.
A medida que Rusia avanza en su regulación de la minería de bitcoin, la comunidad internacional observa de cerca. Esta decisión podría ser un paso hacia la aceptación y legitimación de las criptomonedas, pero también plantea preguntas sobre la sostenibilidad y el futuro de la minería en un contexto de creciente regulación y control estatal. La situación es tensa: ¿es este el inicio de un nuevo capítulo para el bitcoin en Rusia, o una estrategia para restringir su crecimiento?
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