La candidata demócrata Kamala Harris parece haberse lanzado de lleno a la conquista del "voto cripto", un movimiento que ha levantado suspicacias en el sector tecnológico y financiero. En un giro inesperado, Harris anunció su apoyo explícito a las criptomonedas, proponiendo una regulación que proteja a los inversores. Sin embargo, a pocas semanas de las elecciones, muchos se preguntan: ¿es esta postura auténtica o simplemente un oportunismo electoral calculado?
Es sorprendente que tanto Harris como su rival, Donald Trump, mantengan agendas no represivas respecto a las criptomonedas. Hasta hace poco, las administraciones de Washington veían estos activos como una amenaza, etiquetando al Bitcoin y otras criptomonedas como "dinero de criminales". Esa narrativa cambió radicalmente con la adopción masiva de los últimos años, lo que llevó a los políticos a reconsiderar su postura. No apoyar al mercado cripto podría ahora costarles votos, e incluso, la presidencia. Pero, ¿qué tan sinceros son estos nuevos aliados del criptoespacio?
La "Agenda de Oportunidad" de Harris, que se enfoca en la población negra, incluye una propuesta para apoyar a los inversores en criptomonedas, destacando que el 20% de los afroamericanos en EE. UU. ya invierten en estos activos. ¿Es este un verdadero plan para generar riqueza o una táctica para captar votos? La pregunta resuena con fuerza, ya que este grupo de inversores podría inclinar la balanza en una elección que se perfila reñida. Harris parece estar posicionándose como la alternativa progresista para los entusiastas de las criptomonedas que se sienten incómodos con Trump pero no quieren sacrificar sus intereses financieros.
A pesar del entusiasmo generado, algunos de los principales líderes del mundo cripto no están convencidos de la sinceridad de Harris. Señalan que, como vicepresidenta durante el mandato de Biden, no hizo nada para frenar el ataque constante de la SEC y su jefe, Gary Gensler, hacia las criptomonedas. ¿Por qué ahora, cuando tiene más que perder, decide ser defensora de un sector que ha sido golpeado repetidamente por las políticas de la administración actual?
Algunos críticos ven esto como un simple juego de ajedrez político. ¿Cómo puede Harris prometer protección para los inversores cripto, cuando fue incapaz de controlar la mano agresiva de la SEC? Para muchos, la única manera en que podría ganarse la confianza del sector sería destituyendo a Gensler de la SEC, un gesto que demostraría un verdadero compromiso con la innovación financiera. Sin embargo, salvo alguna maniobra de último minuto, la mayoría de los líderes cripto no compran esta narrativa de redención.
Harris está en una posición difícil: conquistar el voto cripto sin alienar a los sectores más conservadores de su base. Pero su pasado como vicepresidenta la persigue, y muchos dudan que realmente esté lista para liderar una revolución financiera. En este juego político, las promesas son fáciles, pero el verdadero desafío será ver si, en caso de ganar, Harris estará dispuesta a cumplirlas.
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