En un movimiento que sigue alimentando la fiebre institucional por la tokenización, UBS, el banco privado más grande del mundo, ha decidido lanzarse de lleno en la blockchain de Ethereum. La entidad suiza presentó su nuevo fondo tokenizado, "UBS USD Money Market Investment Fund Token" (uMINT), el cual promete acceso a instrumentos de mercado monetario con una filosofía de inversión conservadora y controlada por el riesgo.
Sin embargo, UBS no ha revelado los detalles específicos de los activos que componen el fondo, dejando a la comunidad expectante y quizás con un toque de escepticismo. Los poseedores de estos tokens podrán beneficiarse de las "soluciones de administración de efectivo de grado institucional" de UBS, lo cual suena innovador, pero ¿será realmente la revolución que el banco promete?
Este lanzamiento llega en medio de una carrera desenfrenada de la industria financiera tradicional por llevar activos al blockchain. Nombres de alto perfil como JPMorgan, Goldman Sachs, y Visa ya exploran activamente este camino, convirtiendo la tokenización en el último grito de moda entre los gigantes bancarios.
La carrera hacia Ethereum
Ethereum, la blockchain de elección para UBS y otros titanes financieros, ya hospeda alrededor de $3.9 mil millones en activos tokenizados, y aunque su popularidad en este campo está en auge, el espacio aún está lejos de la transparencia que la industria necesita. Aun así, con los bonos del Tesoro de EE. UU. liderando el paquete de activos tokenizados, parece que Ethereum no se está quedando atrás en el ámbito de RWA (activos del mundo real).
El mensaje de UBS: ¿Revolución o marketing?
Thomas Kaegi, co-director de UBS en Asia, declaró que la tokenización responde a un "creciente apetito de los inversores". Pero el lanzamiento de uMINT no es la primera incursión de UBS en este campo: el banco ya había probado suerte con un piloto de tokenización el año pasado, y en octubre, puso en marcha UBS Tokenize, un programa en Ethereum para suscripciones y reembolsos de fondos.
Con todo, mientras el apetito institucional por la tokenización crece, queda la pregunta: ¿son estos movimientos una verdadera innovación o simplemente la última moda financiera para capturar titulares?
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